Nunca lo hubiéramos
pensado, pero el color de los alimentos,
en particular de los vegetales, se manifiesta en la salud del organismo a
distintos niveles. Además, pueden
protegernos de problemas cardiovasculares, incluso nutrir la piel o relajar
nuestros músculos. Esto es lo que refleja un estudio dirigido por
investigadores holandeses de la División de Nutrición Humana de la Universidad
de Wageningen.
Los vegetales verdes aportan magnesio y relajan los músculos. Las
espinacas, brócoli, coles de Bruselas, lechugas o judías son las verduras más
ricas en ciertos nutrientes. Una dieta sin estos alimentos, además de consumir
azúcares añadidos puede conducir al déficit del magnesio. Este mineral
participa en proceso de relajación muscular; por tanto, es fundamental el
consumo de este mineral para evitar la sensación de cansancio, tensión muscular
y calambres.
El color naranja y el amarillo intenso del limón por ejemplo,
poseen antioxidantes que nutren y protegen la piel.
Además, también tienen la capacidad de reducir la flacidez de la piel y las
arrugas. Las zanahorias, la calabaza, el mango y la papaya son los vegetales
con mayor concentración de estos compuestos. En cuanto a las frutas, los
cítricos, el melocotón y el albaricoque.
El color blanco protege de problemas vasculares. Si se
consumen frutas de carne blanca como las peras y las manzanas, reducirá el
riesgo de accidente cerebrovascular.
Por último, el grupo de color rojo-morado produce
salud cardiovascular. Los flavonoides son los pigmentos
colorantes en las frutas y hortalizas de color rojo intenso o morado. A esta y
otras sustancias como el licopeno, abundante en el tomate, mejoran el perfil de
riesgo cardiovascular.
Vía El diario Vasco.
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